Llévate el humo del dolor, llévate el eco de tu voz.
Llévate el fuego y el veneno, del mal que me hicieron tus besos.
Yo sé que tengo que seguir, pero no se la dirección.
No sé cómo echarte al olvido, te busco y me encuentro perdida.
Llévate si podes mi vida, llévate las sobras de mi corazón
Llévate la ingrata costumbre, mi amor, de soñar que tuvimos los dos.
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