sábado, 29 de agosto de 2009

Y te condena mi celoso corazón
Cuando le contás tu historia,
Nunca conocio la gloria
En cuestiones del amor.

Y sé que nunca se me va a olvidar tu voz
Aunque pierda la memoria,
Con acercarse a la victoria
Se conforma un perdedor.

Y te tendré que dejar escapar,
Sé que lo voy a lamentar,
Pero te digo, amor,
Que hay que saber cuando parar.

No te pongas triste, corazón,
Que el sol no va a brillar,
Quedate tranquila que va a haber
Tiempo para bailar, para bailar

No sé cuantos ángeles te quieren ayudar
Pero tengo la esperanza que ninguno va a poder
Desnudarte, no de cuerpo sino de alma,
Disfrutar ese placer.

Y la verdad no sé bien a qué tengo miedo,
Nunca fui mucho de apostar,
Una corazonada me dice
Que es hora de pagar.

Y lo peor es que estos días ando seco,
No tengo un peso para dar,
Las lágrimas quiero guardarlas
Para mi juicio final.

Y cuando tu cigarro se consuma sin parar
Siempre mi voz vas a escuchar,
Y ahí te vas a decir
Que hay que saber cuando parar, cuando parar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario