viernes, 24 de abril de 2009

- y en un duelo de perdedores, perdi un paquete con ilusiones.



Aunque alguien me advirtió, nunca dije que no. Ahora tengo que esconder las heridas. Ese pulso que jugué porque quise lo perdí, nunca me podré alejar de ti. Te extraño, cuando llega la noche, pero te odio de día. Después me subo a tu coche, y dejo pasar la vida. Debería dejarte, irme lejos no volver. Pero es inútil negarlo, tu me estás atrapando otra vez. Contigo solo puedo perder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario